Lo que importa no es qué estás produciendo en tu trabajo, sino qué está produciendo tu trabajo en vos.
Y eso no depende de tu trabajo. Sólo depende de vos.
Al universo no le importa qué elegís hacer; sólo le importa cómo lo hacés. La consciencia con que hacés las cosas determina su resultado...
Pero ya sabemos que los resultados son un recorte en la perspectiva: un resultado es sólo una parte de más procesos.
Y el universo—que tiene el master en perspectiva—sólo ve procesos.
Por eso, lo que importa no es qué estás produciendo en tu trabajo, sino qué está produciendo tu trabajo en vos.
El contenido es una excusa para la práctica del modo. El cuerpo es una excusa para la práctica del alma. Si hoy te morís, no te llevás contenido. Si hoy no te morís, no te llevás contenido. Porque la verdadera satisfacción no viene del producto, que es una parte, sino del proceso, que es todas las partes.
Porque vos no sos un producto; sos un proceso.
Por eso viniste a trabajar.
Tu verdadero trabajo es amarte. Amar todas las partes.
Estás en el cuerpo perfecto. Estás en el trabajo perfecto. Si estás sin trabajo, ese es tu trabajo.
Trabajá tu amor. Amá tu trabajo.
Cuando amás aquello de lo que trabajás… trabajás de aquello que amás.
(Gracias por trabajar conmigo. Disculpemos las molestias.)
Buenos Aires, Argentina, Abril de 2014
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